miércoles, 2 de julio de 2008

Y AHORA, AL LLANTO...


Parece no molestarle a la cara, todas esas sacudidas que torturan los gestos. Arrugas y forcejeos. Rojos. Apretados. Mientras uno camina dando pasos de una nota de humo, simplemente porque no se ve.
El orden en que se acumulan las gotas es preciso y calculado. No basta con estirar la mano en cámara lenta sobre un rostro pesado y gomoso.
Contracciones repentinas e inesperadas en el labio esperan la primera gota. Salada. Redonda. Ambulante.
La humedad no perdona sacudidas y se estremece geométricamente, esperando más bronca.
El llanto es una luna cerca. La felicidad trasera, justo ahora.

No hay comentarios:

No escuchará con auriculares lo que simulaba ayer

No escuchará con auriculares lo que simulaba ayer
:-Decí que todo va y vuelve (Si estás harto de escuchar, mirá. Hacé click en la oreja)